Cuando la prospectiva de designar a una mujer como candidata a la presidencia municipal de Puebla le reportó grandes dividendos positivos a la causa del PRI, se elaboró una estrategia basada fundamentalmente en aquellas cualidades y virtudes que están ausentes -o que no domina- el sexo masculino.
De esta manera la sociedad poblana alentaba la esperanza de que Puebla recuperara su honorable imagen provinciana, perdida a causa de la insensibilidad de presidentes municipales que hicieron de Puebla una ciudad insegura, envilecida, desordenada y anacrónica y en la que ningún poblano se arriesgaba a caminar ya caída la noche.
Doña Blanca Alcalá representaba entonces la antitesis de esos estigmas, y la sociedad poblana depositó su voto a ésta con la confianza de que en Puebla serían extirpados los rubros nefastos que rompieron con la tranquilidad social.
Sin embargo, a dos años de gobierno Puebla está peor que antes ya que paralelo a la proliferación de la prostitución en todos sus niveles han aumentado ostensiblemente los centros y lugares donde esta se ejerce como son los hoteles, antros, casas de masajes, casas de citas, bares y cantinas.
Las noticias sobre la captura reciente de lenones que “administraban” la prostitución infantil en el Paseo Bravo, y el rescate de varias menores de edad que eran prostituidas en conocidos antros y hoteles de la ciudad son un pequeño ejemplo que de ninguna manera reflejan la magnitud del comercio del vicio y la prostitución que se han enseñoreado de la capital poblana, a grado tal, que ya compite en la industria de la prostitución con el estado de Tlaxcala.
Dado que a diferencia de la mayoría de los Estados de la República al carecer Puebla de una “zona roja” bien establecida, es absurdo pensar que quienes ejercen la prostitución tengan un control sanitario ya que la mayoría “trabajan” como “flotantes” y no “estacionales”; es decir: que trabajan indistintamente en un lado u en otro, y además con nombres “artísticos” diferentes lo que dificulta la identidad de éstas (os) en caso de enfermedades de trasmisión sexual como el sida, herpes, gonorrea, sífilis, etc.
POR DANIEL MORENO MONTIEL
“Padrote...Madrota”. Tan solo escuchar o pronunciar estas palabras nos refiere a lo más grotesco, vulgar y vil tanto de nuestro idioma como su propio significado el cual debería ser actualizado o mejor interpretado por la Lengua Española, ya que de acuerdo al diccionario, “padrote” significa “animal reproductor”.En la práctica y en la realidad el “padrote” o “madrota” es aquél (o aquellos) que se adjudican beneficios y ganancias explotando, bajo cualquier circunstancia, a quienes ejercen la prostitución.
¿Y quienes son los que se benefician? El “marido” de la trabajadora sexual, el dueño o encargado del lugar donde la prostituta ejerce su trabajo: ( hotel, antro, burdel, casa de citas, de masajes, etc.);y, finalmente, los más ruines: los (as)funcionarios y políticos que tienen bajo su responsabilidad y control de esto que se conoce como “giros negros” y “control de la Salud”, y quienes, para variar, obtienen mucho mayores entradas por la explotación Global de la prostitución en Puebla.
¿Y quien maneja los “giros negros” en Puebla? El Ayuntamiento de Blanca Alcalá
¿Y quien “controla” “la salud” en el rubro de la prostitución?
¿Acaso no es el Secretario de Salud Alfredo Arango García?. CONTINUARA...
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