Quien haya escuchado tan solo estas siete palabras volverá a quedar conmovido y atrapado en toda esa màgica aureola de emociòn y del màs puro sentimiento emanado de la extraordinaria sensibilidad del «Mejor Declamador de Amèrica»; Don Manuel Bernal, a uno de los poemas más bellos e impactantes: «El Brindis del Bohemio», del poeta Guillermo Aguirre y Fierro.
Similar a lo que sucede en las películas, obras teatrales y en la música en las que sus autores o compositores prácticamente quedan en el anonimato y rebasados por los protagonistas, el autor de este poema es prácticamente desconocido por la sociedad contemporánea. Sin embargo y no obstante que el «Brindis del Bohemio» ha sido blanco de descalificaciones y críticas, pocos poemas cobijan los variados aspectos en los que gira la geniliadad -y vanalidad- del ser humano, hábilmente reseñada por Aguirre y Fierro (en el preambulo que prepara la entrada del bohemio «Arturo») y magistralmente interpretada por Don Manuel Bernal que ha hecho de este poema una verdadera obra clásica. Quizás la única en su género, en su tiempo y espacio...
Y sí; inmune al tiempo y al adormecimiento del romanticismo y sensibilidad en el ser humano, cada año, tanto en mayo como en invierno, el toque mágico de Don Manuel Bernal nos envuelve en la imaginación. Y solo con la tesitura de su voz nos transporta allá, a la taberna, a ese singular escenario donde estan: «...En torno a una mesa de cantina...» En cualquier tiempo y lugar; departiendo alegremente los seis alegres bohemios... « ...de quienes brotaba la palabra chusca; la que vierte veneno; lo mismo que melosa y delicada...la música de un verso...». Y quienes quedaron repentinamente en silencio a la voz de uno de ellos que anunciaba: ¡¡Las doce, compañeros; digamos el requiscat por el año que ha pasado a formar parte entre los muertos...!!
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Don Manuel así describía la intervención del primer bohemio. Y no obstante que en este poema son seis los personajes, Bernal describió magistralmente la caracterización en que cada uno de ellos Aguirre y Fierro les diera vida, movimiento y sentimiento, dándole a su voz la tesitura, inflección y elocuencia precisas, ensalzada en el remanso en los que participaron los 5 primeros inspirados bohemios con su torrente «...de palabras vanas, toscas pero tan humanas que hayan en todas partes acomodo...» pero volcando toda su capacidad interpretativa cuando habló «Arturo», «...el bohemio puro de noble corazón y gran cabeza. Aquel que declaraba que sólo ambicionaba robarle inpiración a la tristeza...»
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Y sí; en el desplazamiento poético del Brindis de «Arturo» fueron imprescindibles la sensibilidad, el sentimiento y demás cualidades y virtudes personales del «Declamador de América». Así, la inspiración, el amor en toda su expresión, la nostalgia, la esperanza, el dolor, la soledad, la ternura, la nobleza, la bondad, la melancolía el remordimiento y la amargura son parte esencial del «Ultimo Brindis del Bohemio» que Don Manuel Bernal, el gran maestro, concluye desesperadamente trémulo y abatido en sollozos:
«¡...Por mi madre, bohemios, que es dulzura vertida en la amargura....Y de mis negras noches...es mi estrella...!».
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POR DANIEL MORENO MONTIEL
Sobre Manuel Bernal “El Declamador de Amèrica” hoy en dìa se dice y se sabe muy poco. Y de Guillermo Aguirre y Prieto, el poeta y compositor de plkano no se dice nada ya que ni siquiera figura en las enciclopedias que hemos consultado para darlo a conocer al lector.
De Bernal sabemos que nació en Almoloya de Juàrez, Estado de Mèxico, pero no la fecha ni quienes fueron sus padres. Los pocos datos sobre su vida los rescatamos de la vieja portada de un disco de acetato en el que refiere que Manuel Bernal perteneciò, primero, al elenco artìstico del Teatro de Opera, cantando y haciendo drama y comedia. Y a declaraciones propias fuè en ese tiempo en que se revelò como declamador.
Manuel Bernal obtuvo en su carrera muchas satisfacciones; entre ellas el haber conquistado dos campeonatos de oratoria en el Estado de Mèxico y Morelos, patrocinado por el periòdico "El Universal” y la Secretarìa de Educaciòn Pùblica.
EL MEXICO DESAGRADECIDO
Su mayor esplendor lo alcanzò en la dècada de los 20`s y con frecuentes altibajos en los años posteriores, hasta florecer, otra vez, en la dècada de los 60`s convirtièndose en el màximo intèrprete de Guillermo Aguirre y Fierro con “El Brindis del Bohemio” y de la obra de de otro gran poeta: Rubèn Darìo, que le valiò el reconocimiento del gobierno (pero no del nuestro), sino el de Nicaragua quien le rindiò tres homenajes: Uno, de la Universidad; otro del pueblo nicaraguense, y el tercero de “La Guardia de Rubèn Darìo”, homenajes que le dejaron tres medallas de oro...Y el premio de mayor que Mèxico le negò: el cariño y reconocimiento de aquellos, nuestros hermanos de Nicaragua...
Actualmente “El Brindis del Bohemio” ha pasado ha ser imprescindible protocolo de los convivios navideños y de las celebraciones a la mujer y `Dia de las Madres”. Y no obstante que existen por ahì varios intèrpretes del “Brindis”, la voz y sentimiento de Manuel Bernal se funde con el de Guillermo Aguirre y Fierro para viajar y perpetuarse en el tiempo y el espacio...Buscando los pocos corazones que quedan abiertos a la sensibilidad para disfrutar de este legado que lleva como mensaje muchos amores...Pero sòlo uno sublime: “¡¡...Por mi madre Bohemios...!!”