En nuestro país existe la creencia de que no hay individuos más corruptos, inmunes e impunes que los funcionarios públicos y los políticos. De ahí el dicho de que “para ser rico en México tienes que ser narcotraficante…o político”.
En la práctica, el único freno relativo para esta clase de personajes ha sido el señalamiento o la denuncia periodística. De ahí el interés de muchos venales actores políticos por intentar erogar -o cuando menos desinflar- la cobertura que nos ofrece a los mexicanos los Artículos de la Constitución que se refieren a la libertad; especialmente el 7º. (Los que, por cierto, recientemente tanto en su texto como en su contexto recientemente FUERON REAFIRMADOS por las Cámaras de Diputados y Senadores respectivamente), y la propia Ley de Imprenta, lo que sigue garantizandose la libertad de expresión.
Gracias a ello, los mexicanos hemos logrado tener un país más o menos tranquilo; más o menos libre y más o menos con algún futuro.
Si; ¿ pero porqué el “más o menos”?
Pues porque de la vergüenza o desvergüenza; de lo moral o lo inmoral; de lo honesto o de lo cínico; de la integridad o cobardía, de la eficacia o la negligencia depende el fiel de la balanza definida aquí como “más o menos” y cuyas consecuencias y resultados están nítidamente reflejadas en la situación actual de nuestro país, y en el que a Ud. amable lector le corresponde calificar una u otra cosa...
Pero si alguien ha pensado que los políticos y funcionarios públicos son los únicos que gozan de poder, inmunidad e impunidad en nuestro país, pues déjeme decirle que está equivocado.
Existen referencias documentadas de individuos que protegidos bajo una profesión han resultado más inmunes e impunes que cualquier diputado, presidente municipal, gobernador o, incluso, el mismo presidente de la República.
Y lo peor, mucho más peligrosos que el criminal común, ya que esconden su perversidad, estupidéz, irresponsabilidad, cobardía y negligencia en el uniforme representativo de su profesión.
Una de las áreas profesionales más protegidas bajo la inmunidad e impunidad, es la médica, en la que atrás de las batas blancas -que representan esta inmaculada profesión- militan médicos siniestros, abusivos, balines, voraces, corruptos e inescrupulosos.
Las estadísticas por negligencia médica realmente son intangibles, pero abundantes ya que la misma organización responsabilizada de su observancia desestima la mayoría de casos “por falta de elementos o fundamentos” lo que favorece aun más la inmunidad de los responsables. La misma existencia de este "tribunal" médico afirma y reconfirma, a su vez, la existencia de este tipo de delito como los individuos que los cometen ¿O no...?
Veamos un caso concreto de una mujer que de paciente pasa a ser víctima, y de víctima a presunta delincuente. Este caso se remonta al año 2006 y hasta la fecha continúa, plasmándose en éste caso las aberraciones tan peculiares de esa monserga que se llama "justicia", y que por lo mismo está llamando la atención de numerosos periodistas porque representa todo un modelo de agresión a la libertad de expresión; a la impartición de la justicia, y sobretodo, a la misma comunidad médica que le preocupe verdaderamente defender y preservar la dignidad y la nobleza de esta profesión.
EL CASO TOLAMA-HUELITL.
DE PACIENTE A VICTIMA; Y DE VICTIMA A PRESUNTA DELINCUENTE
Después de haberse realizado un estudio de ultrasonido que reflejó cálculos y vesícula inflamada, la señora Herlinda Huelitl ingresó el 13 de junio del año 2006 a la Clínica Central de Médicos ubicada en la 4 poniente 503 de San Gabriel, de Cholula, Pue. donde fue atendida por el Doctor GILDARDO TOLAMA MUÑOZ quien inmediatamente ordenó intervenir quirúrgicamente a Doña Herlinda ya que presentaba terribles dolores e inflamación en la vesícula biliar.
Pero después de la operación la paciente no sólo no sanó, sino que se agravó a grado tal que el abdomen se le inflamó como si tuviera un embarazo de 8 meses. El médico TOLAMA MUÑOZ pretextó a sus preocupados familiares que “eso” era normal ya que en la operación se hubieron movido los intestinos, y que no se preocuparan.
Sin embargo Doña Herlinda se agravó mucho más, pero fue retenida por TOLAMA MUÑOZ, hasta que sus familiares la rescataron de esa clínica (previo al pago de 28 mil pesos por gastos médicos) para trasladarla a la Beneficencia Española donde fue atendida por el Médico ESPECIALISTA Jesús Salgado Sánchez y donde previo a estudios urgentes y especializados arrojaron que Doña Herlinda ¡tenía el duodeno roto, intestinos perforados, la vesícula reventada y con cálculos, líquidos y comida fuera de los intestinos a tal grado que la enferma ya despedía un olor fétido !!
¡¡Imagínese el panorama, lector!!.
Inmediatamente Doña Herlinda fue intervenida quirúrgicamente por el Doctor Salgado Sánchez salvándose de morir milagrosamente. Los gastos por concepto de operación, hospitalización y medicamentos que le salvaron la vida fueron más de 500 mil pesos.
Con las pruebas de los estudios, radiografías, e incluso, de la opinión médica especializada que indican irrefutablemente la negligencia del médico GILDARDO TOLAMA MUÑOZ, la paciente denuncia penalmente a este sedicente médico por el delito de RESPONSABILIDAD MEDICA bajo la Averiguación Previa 815/2006 SPC. En la que presentó el diagnóstico del Doctor Salgado Sánchez y documentos, placas y radiografías y demás pruebas, Pero…
Con lo que nunca contó Doña Herlinda es que en este país del “más o menos” el concepto de la justicia sólo es eficaz en los discursos políticos; y sólo es pronta y expedita para quienes tienen influencias, poder político o económico y en los que los escrúpulos, la razón, el valor civil, la verguenza o la ética profesional nada tienen que ver…
CUANDO LA JUSTICIA “ES CIEGA”
Por su parte, el médico GILDARDO TOLAMA MUÑOZ, en pleno uso de su libertad, sus derechos y de sus influencias contrademanda a Doña Herlinda Huelitl por el delito de difamación reclamando una indeminización por la misma cantidad que su expaciente estipuló en su denuncia; es decir: 500 mil pesos… (Av. Previa 980/2006 SPC) denuncia que se integró (ojo, lector) en el mismo expediente a la de la denuncia de la Señora Herlinda.
NOTESE que de la denuncia 815 de Doña Herlinda a la 980 del doctor Tolama existe una diferencia de 165 denuncias, y que, por lo tanto,por DERECHO la denuncia de Doña Herlinda tenía que ser desahogada primero.
¿Y qué cree, estimado lector? Pues que la denuncia de este médico ¡¡sí prosperó!!. Así que el Agente del Ministerio Público, José Alfredo Reyes Técuatl sin considerar el principio jurídico de PRIMERO EN TIEMPO, PRIMERO EN DERECHO” en lugar de turnar al juez las dos denuncias para su estudio, mañosamente desprende del expediente solamente la demanda del médico y la turna a la Jueza Municipal de San Andrés Cholula de nombre GEORGINA ILIANA TELLEZ BONILLA quien al "no advertir" cándidamente que el expediente está integrado con las 2 averiguaciones ¡gira orden de aprehensión en contra de Herlinda Huelitl! quien, por derecho tenía que atender primero.
Es asi en este país del “más o menos” ¡de paciente se convierte en transgresora de la Ley, la detienen, la encarcelan y la obligan a pagar una elevada fianza para recuperar su libertad…!!
Y no sólo eso; el periodista que se atrevió a publicar la nota, ¡¡también fue detenido, encarcelado y obligado a pagar una fianza para salir en libertad!!.
Con este escarmiento, el médico que casi mata a doña Herlinda probablemente crea haber recuperado su honor y moral ante la opinión pública y la credibilidad y confianza ante sus pacientes. Sin embargo esta historia aún continúa porque más allá de que la justicia ha quedado en entredicho y el derecho a la libertad de expresión y a la información hayan sido gravemente lesionados con la detención del compañero periodista queda el enorme peligro de que si la denuncia contra el médico Gildardo Tolama queda impune las estadísticas por víctimas de la negligencia médica sigan creciendo como los indicadores que le presentaremos como complemento de este artículo seriado
Mientras tanto exhortamos al público lector a estar alerta al ingresar a alguna clínica u hospital. ¡¡Puede ser que si no muere por la enfermedad, muera por la negligencia del personal médico que la atienda!!.
También exhortamos a todos aquellos pacientes que hayan sido agraviados por médicos estúpidos o balines a que nos manden sus casos y denuncias al correo electrónico http://www.revistaimpulsosemanal@yahoo.com.mx/
Por: Daniel Moreno Montiel.
Uno de los miedos más acendrados en el curso de la vida del ser humano, es la muerte. Indefensos ante tal consigna la ciencia médica se esfuerza por encontrar el antídoto o la técnica adecuada para lograr, ya no la vida eterna del ser humano, sino el combate a las añejas enfermedades (cáncer, diabetes, etc.) y la aparición de las nuevas (sida, ébola, VIH1N1, etc.) que no han podido vencer.
Susceptibles tanto a las añejas como a las nuevas enfermedades el ser humano se enfrenta a su segundo miedo: la vejez. En ambos casos el ser humano tendrá ya que depender forzosamente de la capacidad del médico quien adquiere la responsabilidad irrestricta, a cambio de lo que se le paga, de devolver la salud, aminorar las dolencias y cuidar la convalecencia del paciente.
De la ética y profesionalismo del médico dependerá el grado de confianza que el depositen sus pacientes. Desafortunadamente, para éstos, los médicos no son infalibles; si lo fueran simplemente no existiría el “Tribunal de Arbitraje Médico” y nadie se agravaría o moriría por errores garrafales como el dejar instrumental médico y quirúrgico en el cuerpo del paciente; suministrar medicamentos o dietas equivocadas; operar de las anginas creyendo que operan una hernia inguinal; o hacer perforaciones a lo pendejo en intervenciones quirúrgicas, etc.. Todo ello englobado contra un paciente totalmente indefenso, crédulo y entregado cándidamente a manos de su “doitor”.
Lo terrible de todo esto es que el ser humano, en lugar de demostrar su confianza al médico, clínica, hospital y demás personal médico, se enfrenta a su tercer miedo: la negligencia médica.
La incertidumbre real de morir a causa del error médico, y no de la enfermedad, marca una elevada estadística de cuando menos el 80 por ciento de los pacientes. Cuando esto sucede (que el paciente muera) y aun cuando sobreviva, existen cientos de “razones” y pretextos para evadir la denuncia penal o la sanción del “Tribunal Médico” a la (i)rresponsabilidad médica. Entre las primeras razones está la propia ignorancia del paciente, y, recíprocamente, el engaño del médico, su falta de voluntad, las amenazas o la falta de recursos tanto económicos como legales.
NEGLIGENCIA EN EE UU
Veamos algunos datos escalofriantes: En los EE UU, estudios llevados a cabo por el Instituto de Medicina de la Academia Nacional de Ciencias, así como la Universidad de Harvard han revelado que las negligencias y errores médicos causan ¡alrededor de 98,000 muertes prematuras al año!. Sin embargo ¡menos de la mitad de los médicos responsables se enfrentan a sanciones sustanciales por sus errores o negligencias!
(Datos obtenidos por Asociación Nacional de Comisionados de Seguros, Demandas Médicas, Instituto de Medicina de la Academia Nacional de Ciéncia.)
NEGLIGENCIA MEDICA EN MEXICO
Según datos de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (CONAMED), en nuestro país se estima que existen más de 17 mil casos de negligencia médica, de los cuales ¡sólo un 5% son resueltos favorablemente para la víctima!, así lo afirmó Luz del Carmen Giese, presidenta de la Fundación Mexicana para el Mejoramiento de los Servicios de Salud, Madres y Padres de la Mano, IAP (FUMMSS).
El Director de esta Fundación, Luis Ramírez, mencionó que los casos han llegado a ser tan graves y frecuentes, que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad Social al Servicio de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), ya han contratado seguros de riesgos profesionales que cubren un monto de aproximadamente 2 millones de pesos. Algunos de los resultados de presuntas irresponsabilidades médicas son fallecimiento, lesiones irreversibles, secuelas orgánicas y psicológicas.
En cuanto a las quejas más frecuentes se deben a ineptitud profesional, diagnósticos amañados o erróneos, intervenciones quirúrgicas innecesarias, equivocadas o redituables económicamente($$), falta de medicamentos, equipo y material; saturación de servicios de especialidad; sobresaturación en las clínicas de primer nivel; falta de especialistas y costo excesivo en hospitales privados, entre otros.
Por su parte el Dr. Raúl Enrique Ojeda, médico perito de la FUMMSS, dijo que los médicos cometen errores que no sólo afectan al paciente sino a toda la familia y lo más importante no es sólo que no queden impunes, sino que se prevengan.
La institución afirma que de todas las demandas que presentan ante un juez se ha demostrado que son viables y por ello, están creando convenios con distintas instituciones como el IMSS e ISSSTE para que a las quejas de los derechohabientes se les de solución de manera inmediata.
DE CUALQUIER MANERA....
Sin embargo, MORIR en manos de algúno de estos médicos balines...¡está cabrón...!
Y caer en sus manos y sobrevivir para ser demandado por "difamación"...¡De todas maneras, está cabrón...!!
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