
CON EL PRETEXTO DEL PROYECTO DE UN CORREDOR GASTRONOMICO EN LA ZONA
LOS PADROTES OFICIALES ARREMETEN CONTRA LOS PADROTES DE UN PROSTIBULO
Por: Daniel Moreno Montiel
Sin duda alguna, el hotel “Lux”, enclavado en la 4 poniente y 9 norte del Centro Histórico de Puebla viene a ser el icono representativo del centenar de los negocios de la prostitución popular, local, de Puebla, pero también de los padrotismos en que se sustenta la prostitución, a saber: el padrote común y el padrote oculto y con investidura de autoridad que a costa de ellos ha vivido y se ha enriquecido durante décadas
DE PADROTES A PADROTES
Con más de 20 años de “servicio” ininterrumpido de este prostíbulo el embate de la autoridad refleja claramente una desavenencia que nada tiene que ver con la moral, sanidad, papeleo “oficial”, ni con el estado estructural del hotel; más bien obedece a un desacuerdo expresamente ECONOMICO entre padrotes. Es decir; los que padrotean a las prostitutas ya no quieren seguir siendo padroteados por los padrotes de la autoridad (Guauu, ¿me dí a entender?).
LAS DIFERENCIAS DE LAS “CUOTAS”
Y es que desde la cómoda posición de padrotes, a los dueños del “Lux” (y seguramente a los demás hoteles con el mismo giro) no les resulta nada agradable que mientras “Richard” y Arely recolectan las cuotas de sus “trabajadoras sexosociales”, tengan que aflojarse generosamente con los numerosos, adiposos e impunes padrotes mayores disfrazados de honorables servidores públicos investidos como supervisores o inspectores de Salud, de protección civil, de hacienda, de seguridad, del ayuntamiento o del gobierno del estado, etc. a grado tal que siendo la prostitución uno de los giros más redituables, los padrotes primarios como este caso “Richard” y Arely prefieran cerrar su prostíbulo que seguir amamantando a ese degradante tipo de vividores ocultos e impunes quienes con el pretexto de que esa zona será convertida en un “corredor gastronómico” “le han echado montón” para someterlos y “sacarlos de la jugada”
Y seguramente la historia concluirá en que “si no aflojan el cuerpo” con mayores “cuotas” los dueños del “Lux” tengan que cerrar o cambiar de giro, pero no sería nada sorprendente que si eso ocurriese los nuevos dueños o administradores de las prostitutas fueran los mismos padrotes (disfrazados de autoridades) que durante años han padroteado al tal Richard y su consorte.
¿O acaso lo duda Usted, amable lector?.
